Oraciones Para Bautizo

Señor, hoy venimos a tu casa con el fruto de nuestro vientre para ofrecerte nuestra fe y rogarte amor y porsperidad. Porque nuestro hijo ha nacido en un mundo revuelto, lleno de injusticias y abusos. Roguemos al señor, Te rogamos, señor, óyenos. Señor, porque este nuestro hijo en este día feliz de su bautismo sea acogido en tu regazo y desarrolle su espiritualidad a tu lado, de tu mano. Y tenga el valor necesario para hacer el bien en el mundo. Roguemos al señor, Te rogamos, señor, óyenos.

Bautismo y Bautismo condicional

La forma del bautismo es: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.”

Si hay alguna duda sobre la validez de su bautismo, la forma condicional del bautismo es: “Si estás bautizado, no te bautizo de nuevo, pero si todavía no estás bautizado [verter agua sobre la cabeza, asegurándose que toca la piel] yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.” En caso de necesidad, puede hacer que un amigo Católico realice un bautismo condicional y usted puede administrarle el bautismo a sus propios hijos.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Exultate Deo,” 1439: “En caso de necesidad, sin embargo, no solamente un sacerdote o un diácono, sino hasta un hombre o una mujer laico, sí, hasta un pagano y un hereje pueden bautizar, siempre y cuando preserve la forma de la Iglesia y tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia.” (Dez. 696)

Oraciones para Bautizo

Como ya sabemos el bautismo es una celebración religiosa, por lo tanto se celebra en una iglesia o capilla y va acompañada de rezos y oraciones.

El bebé es el protagonista el dia del bautizo, tendremos que acompañarle de la mejor manera posible, mostrandonos felices, en un bautizo será muy probable que se recen oraciones.

Si no sabemos que rezar este dia aquí tenemos una pequeña guia de oraciones para bautizos:

Aqui cuelgo algunas posibles oraciones, frase o rezos para el dia del bautizo del bebé o para rezar dias antes a la celebración del bautismo del bebe. Son solo orientativas, se pueden orientar a nuestro bebe o elegir otras, el párroco de la iglesia en todo caso podrá guiaros:

Oración sobre la vida
Señor, te damos gracias porque podemos decirte:
este es nuestro hijo, fruto a la vez de tu vida y nuestra vida,
de tu amor creador y nuestro amor de padres.
Nos llenaste de alegría cuando supimos que llegaba,
le hemos querido antes de conocerlo
y lo hemos vivido desde que le sentimos vivo.
Dale ahora, Señor,
vida abundante: que crezca sano,
que su cuerpo se desarrolle con el vigor de la buena naturaleza;
y que, desde la gratuidad de lo que le das,
sepa estimar y proteger siempre a los más débiles. Amén.

Rezo sobre El bautismo

Señor, este es nuestro hijo que va a ser cristiano.
Dale sitio en tu Iglesia.

El será bautizado porque nosotros así lo decidimos.
Tú sabes, Señor, que ésta es una opción que nos brota de muchas cosas: de la fe familiar, de nuestro ser cristiano, de la alegría del Evangelio, de las esperanzas que nos das, de las realidades que vivimos y de la acogida que desde ahora le va a dar a este hijo la Comunidad.
Que, a medida que él descubra el sentido de su pertenencia a tu Pueblo, comprenda nuestra opción, sienta el gozo de vivirla y la asuma en su libertad como el don más hermoso del Espíritu. Amén.

Oración sobre el amor familiar. Que haya paz y amor en todos los hogares.

Señor, Padre nuestro:
Tú nos has dado amor para tener este hijo;
guárdanos en el amor.
Que la vida de familia sea para él la costumbre del cariño.
Ayúdanos a hacer de la casa un sitio de tu reino
donde el hijo vaya encontrando lo que nos diste con Jesús:
que aprenda a llamarte Padre desde nuestra imagen de padres,
que se abra a la fraternidad cristiana
desde el amor de sus hermanos
y que pueda entender el mundo como lugar de la convivencia humana
desde el acogimiento y la paz de nuestra casa. Amén.

Posible oración:

“Hoy, Señor, te presentamos ante ti, todo lo que somos y todo lo que tenemos, nuestro hijo. Deseamos ponerlo ante ti con un corazon abierto como el de Maria y asi conocer tus designios. Dale fuerza suficiente para que pierda los miedos y pueda ver claro el proyecto de vida que le tienes. Y a nosotros danos la sabiduria para saberlo guiar.”

Oraciones de Bautizo

Dios eterno, que todo lo puedes, ponemos ante tu presencia a …

Te pedimos la sostengas en tus brazos de amor y le des el don de tu Santo Espíritu.

Que al crecer en años crezca también en la gracia y el conocimiento de Cristo

como su Señor y Salvador. Que mediante la fuerza renovadora de tu Espíritu sea

siempre fiel hija tuya.

Guía y sostén a sus padres y padrinos para que mediante su amoroso cuidado,

sus sabios consejos y el ejemplo de sus vidas, puedan cumplir los votos que

han hecho hoy, para guiarla en el camino de Cristo; en cuyo nombre te lo pedimos. Amén.

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” El Señor ha bendecido nuestro hogar con nuevas alegrías, hoy su canto será nuestro regocijo. Gracias por nuestro hijo al que presentamos ante la faz de la tierra como símbolo de la esencia de nuestro amor. Señor dale pureza de pensamiento y obra para que la justicia sea su compañera. Modela su carácter para que sea firme y servidor de tu causa y danos sabiduría infinita para guiarlo a lo largo de su crecimiento”.

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“doy gracias a Dios Nuestro señor por: darme el don de la vida.
A mis padres por esperarme con amor y recibirme con alegría.
A mis padrinos por guiarme en el camino de la luz.
Y a ti por acompañarme en el día mas importante de mi vida.
hoy dios me ha llamado por mi nombre”:
( el nombre del niño)

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La Vida se regocija,
por que existe un nuevo ser.
El Amor, será su cuna;
la alegría, su dosel.

Compartid nuestro contento
festejando a este bebé,
deseadle un sano cuerpo
y sana mente también.

“Hoy, Señor, te presentamos lo que tenemos, nuestro hijo. Deseamos ponerlo ante ti con un corazón abierto como el de Maria y así conocer tus designios. Dale fuerza suficiente para que pierda los miedos”

ESPIRITU SANTO -> Bautismo católico

Sinopsis: El bautismo infantil ha sido una práctica cristiana desde el principio de la Iglesia. Es el rito que reemplaza la circuncisión infantil del Antiguo Testamento como signo de la Alianza con Dios.

Es considerado uno de los siete sacramentos en los cuales un cristiano católico necesita vivir, para alcanzar la buena nueva que Dios nos prometió. El bautismo es el primer sacramento en el que un individuo goza de los privilegios de Dios, limpiando el pecado original, el cual es el producto de la desobediencia de los primeros padres. El bautismo, da el privilegio a los individuos hijos de Dios, y miembros de una iglesia donde es venerado Dios.

De acuerdo a que la palabra sacramento proviene del griego sacrementum—es decir misterio–, podemos reflexionar como el bautismo trasciende espiritualmente en muchos aspectos del niño, siendo un misterio en la voluntad de Dios, pero estableciéndose como signo eficaz para la interacción del futuro niño con el trayecto que debe seguir para alcanzar a Dios.

Antes de entrar al tema, tengamos presente el texto bíblico en el cual se pide bautizar a grandes y pequeños. Ocurrió justamente en Pentecostés. Una vez descendió el Espíritu Santo, Pedro hace la primera prédica sobre Jesús a judíos y gentiles, y advierte al final de su sermón:

“Sepa entonces con seguridad toda la gente de Israel, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes crucificaron.” Al oír esto se afligieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?”  Pedro les contestó: “Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo. Porque el don de Dios es para ustedes y para sus hijos, y también para todos aquellos a los que el Señor, nuestro Dios, quiera llamar, aun que estén lejos.” Pedro siguió insistiendo con más argumentos. Los exhortaba diciendo: “Aléjense de esta generación perversa y sálvense.” Los que acogieron la palabra de Pedro se bautizaron, y aquel día se unieron a ellos unas tres mil personas” (Hechos 2, 36-41, he resaltado)

Así las cosas, el bautismo, sacramento por el cual se recibe el Espíritu Santo, es para grandes y pequeños. Dicho lo anterior, comencemos nuestra reflexión.

Veamos:

1. EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS SE HA PRACTICADO DESDE EL PRINCIPIO DE LA IGLESIA

“En las catacumbas antiguas de Roma donde enterraban a los primeros mártires cristianos, leemos las inscripciones sobre las tumbas de los niños fallecidos. Una de ellas dice, “Aquí descansa Arquilla, recién bautizada; tenía un año y cinco meses cuando falleció el día 23 de febrero”.

Entre otros epitafios encontrados encontramos lo siguientes:

“149. Nacido con el nombre de Pascasio Severo el jueves de Pascua, día anterior a las nonas de abril… quien vivió seis años, recibió la gracia el 11 de las calendas de mayo y depuso sus albas bautismales en el sepulcro la octava de Pascua.
“151. Aquí está puesta Veneriosa, recién bautizada, que vivió seis años, finó el 8 de las idus de agosto.
“152. A Domisio inocente, recién bautizado, que vivió tres años, treinta días”.”
Orígenes, en el siglo III, en sus comentarios a la carta de San Pablo a los Romanos escribe que la Iglesia ha recibido “ha recibido de los apóstoles la tradición de bautizar a los niños”.

Por lo tanto, la Iglesia Católica siempre ha bautizado a los niños.

2. EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS LOS HACE APTOS PARA LA GRACIA Y NO TIENE NADA QUE VER CON NUESTRA VOLUNTAD, LA CUAL SE MANIFIESTA EN LA CONFIRMACION

“San Juan Crisostomos decía en el siglo IV “Nosotros bautizamos incluso a los niños pequeños, aunque no tengan pecados, para que les sea dada la justificación, la filiación, la herencia, la gracia de ser hermanos y miembros de CRISTO, así como la morada del Espíritu Santo” Hermosas palabras que expresan bien el porqué la Iglesia Bautiza. Bautizamos a los niños, porque creemos que este acto es más que una sola declaración de Fe, por que creemos que JESÚS, por el poder del ESPÍRITU SANTO obra en la vida del niño con la Gracia y para esto no hay que tener conciencia del hecho.

Le comentaba a un amigo que criticaba a la Iglesia sobre el hecho de bautizar niños y le hacia la siguiente pregunta: si un niño de meses se enferma, ¿se debe orar o no por el? ¿Se sanara?… la respuesta fue rápida “¡Si!, claro que se puede orar a lo que pregunté: ¿Pero si el niño no entiende la oración?!!! El me contesto que no importaba por que la sanación era un acto de la voluntad de DIOS, yo le contesté: Así es el bautismo, el niño no tiene que entender pues lo ocurre en su espíritu es un acto de la soberana voluntad de DIOS, donde no participa nuestro entendimiento, como dice Romanos 6 este niño queda injertado en CRISTO, para tener vida en EL. “

No bautizar a los niños cuanto antes es una falta de atención a los dones de Dios, pues la gracia del bautismo es un don gratuito.

3. EL BAUTISMO DE NIÑOS REEMPLAZA EL MANDATO DE LA CIRCUNCISION DE LA ANTIGUA ALIANZA

El dr. Scott Hahn, exministro presbiteriano halló en la Sagrada Escritura y en la historia del cristianismo cuando las estudió sin prejuicios. Descubrió que el bautismo infantil era la actualización del signo de entrada en la Alianza que en el Antiguo Testamento era la circunsición:

“Por aquel entonces, ya había leído la Biblia tres o cuatro veces y estaba convencido de que la clave para comprenderla era el concepto de Alianza. Está en cada página, y Dios establece una en cada época. Estudiar la alianza me dejó clara una cuestión: Durante dos mil años, desde el tiempo de Abraham hasta la venida de Cristo, Dios había mostrado a su pueblo que quería que los niños estuvieran en alianza con El. El modo era sencillo: bastaba darles el signo de la alianza.

En el Antiguo Testamento el signo de entrada a la alianza con Dios era la circuncisión. En el Nuevo Testamento, Cristo había sustituído ese signo por el Bautismo. Pero en ningun sitio leí que los niños debían ser excluídos de la alianza; de hecho, le encontré diciendo prácticamente lo contrario: «Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 19, 14).

También hallé a los apóstoles imitándole. Por ejemplo, en Pentecostés, cuando Pedro acabó su primer sermón, llamó a todos a aceptar a Cristo, entrando en la Nueva Alianza: «Arrepentíos y bautizaos en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es esta promesa y para vuestros hijos… » (Hch 2, 38-39)”

La evidencia bíblica al respecto, se encuentra en Colosenses 2, 11-12:

“En Cristo recibieron una circuncisión no humana, no quirúrgica, que los despojó enteramente del cuerpo carnal. Esta “circuncisión de Cristo”  es el bautismo, en el cual fueron sepultados con Cristo. Y en él fueron luego resucitados por haber creído en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. “

“Por dos mil años, desde el tiempo de Abraham hasta la venida de Cristo, Dios mostró a su pueblo que quería que los niños pertenecieran al Antiguo Pacto con Él: Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo… guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones (Gn 17, 7,9-10). En el AT, la señal de entrar en el convenio con Dios era la circuncisión: Será circuncidado TODO varón de entre vosotros (Gn 17, 10). Se hacía ocho días después de nacer (Ver Isaac en Gén 21, 4 y Pablo en Flp 3,5).

Con Cristo la señal cambió al bautismo. El Nuevo Pacto es ahora una circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo: En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos (Col 2, 11-12).

Como vimos nos acercamos a Jesús por el bautismo (Gá 3,27) y Cristo ordenó que los niños participaran: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos (Mt 19, 14).”

“El niño tiene derecho de ser revestido por Cristo (Gá 3, 27) y participar en su muerte (Ro 6, 3-4). Por eso la Iglesia bautizó a los niños desde el principio, siguiendo en eso a los Apóstoles. Pablo dijo: el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos (1 Co 7, 14). Al argumento evangélico de que un bebé no puede ser un cristiano porque no tiene una relación personal con Cristo le falta reflexión. Consideramos la relación paralela entre la criatura y su mamá. Esta es claramente una relación personal que el bebé tiene con ella aunque no puede conceptualizar quiénes son sus parientes. Sus padres le cuidan, le aman, le sostienen aún antes de que el bebé pueda reciprocar. El bebé definitivamente tiene una relación con ellos: ¡Son sus papás!. Pasa lo mismo en su relación con Dios. Es SU hijo.”

Actualmente, en el bautismo se da nombre a los niños, exactamente como se hacía en la circuncisión bíblica. Basta examinar el evangelio de Lucas para verificar esta práctica (Lc 1, 59ss; Lc 2, 21)

4. CUANDO JUAN BAUTIZA A JESUS ADULTO, NO ESTABA EJERCIENDO EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

El bautismo de Juan a Jesús no es el mismo bautismo actual. Por eso es que los que recibieron “el bautismo de Juan” tuvieron que ser bautizados nuevamente (Hch 19, 1-7):

“Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo llegó a Éfeso atravesando las regiones altas; encontró allí a algunos discípulos  y les preguntó: “¿Recibieron el Espíritu Santo cuando abrazaron la fe?” Le contestaron: “Ni siquiera hemos oído decir que se reciba el Espíritu Santo.” Pablo les replicó: “Entonces, ¿qué bautismo han recibido?” Respondieron: “El bautismo de Juan.” Entonces Pablo les explicó: “Si bien Juan bautizaba con miras a un cambio de vida, pedía al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús.” Al oír esto se hicieron bautizar en el nombre del Señor Jesús,  y al imponerles Pablo las manos, el Espíritu Santo bajó sobre ellos y empezaron a hablar lenguas y a profetizar. Eran unos doce hombres. “

¿Cómo se explica esto? Basta leer Juan 7, 39:

“Decía esto Jesús refiriéndose al Espíritu Santo que recibirían los que creyeran en él. Todavía no se comunicaba el Espíritu, porque Jesús aún no había entrado en su gloria.”

“Pero mientras los evangelistas vinculan estrechamente el descenso del Espíritu con el bautismo de Jesús (que se produce inmediatamente después de su bautismo), no equiparan ambas cosas ni las unen bajo el término único de “bautismo”. Además ninguno de los escritores del NT habla del bautismo de Jesús como el modelo del bautismo cristiano.”

5. EL ESPÍRITU NO DEPENDE DE LA ACEPTACIÓN DE LA FE

Finalmente, es claro que el Espíritu no depende precisamente de nosotros, como para decir que si un bebé no es conciente en nada le beneficia el Espíritu Santo.

” Y todo esto es obra del mismo y único Espíritu, que da a cada uno como quiere.” (1 Corintios 12, 11)

San Pablo se quejaba de los gálatas porque creían que el Espíritu dependía de una declaración conciente de fe.

“¡Qué tontos son ustedes, gálatas! ¿Cómo se han dejado hipnotizar ustedes, a quienes se les presentó a Cristo Jesús crucificado como si lo vieran? Les preguntaré sólo esto: ¿recibieron el Espíritu por haber practicado la Ley o por haber aceptado la fe?  ¡Qué tontos son! ¡Empezar con el espíritu para terminar con la carne!  ¡Haber probado inútilmente favores tan grandes! Inútilmente… ¿sería esto posible?” (Gálatas 3, 1-4)


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